Dignidad humana

27.2.10

Aborto libre

Justo Aznar*

El pasado día 24, el Senado español aprobó sin enmienda alguna el proyecto de “Ley Orgánica de Salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo”, la generalmente conocida como Ley del Aborto, por una exigua mayoría de 5 votos.
Esto implica que en los próximos cuatro meses dicha Ley se hará efectiva en nuestro país. Día triste para nuestra Sociedad. Profundamente triste, pues en él se ha abierto la puerta al aborto libre en España. Se ha eliminado el cedazo de los requisitos que eran necesarios para que un delito de aborto fuera despenalizado. Se ha dado carta de legalidad al exterminio de seres humanos no nacidos. Al exterminio de los más débiles de los débiles entre nosotros. Al exterminio de los mas inocentes de nuestros hijos.
En 2008 las vidas humanas perdidas por causa del aborto fueron 115.812 y desde que el aborto se aprobó en nuestro país en 1985 más de 1.500.000. Estas cifras van a seguir incrementándose como consecuencia de la nueva ley, algo que sin duda la historia reclamará a aquellos que la han aprobado. Pero nada más lejos de mi ánimo que favorecer la desesperanza. Los defensores de la vida humana podemos y debemos ver esta batalla nuestra por defenderla desde la perspectiva más positiva, perspectiva que nace de la convicción de que esta guerra cruel, pocas habrá que se hayan cobrado tantas vidas humanas, se va a ganar. Desde esta visión esperanzada sugeriría que la actitud de los defensores de la vida se debería centrar en cuatro puntos.
1) Incrementar toda la labor que ahora se esta haciendo con las mujeres embarazadas con problemas, labor que ha sido el objetivo prioritario de la gran mayoría de las asociaciones Provida. En este sentido nuestro centro de acogida de Valencia atendió en 2009 a 941 personas, proporcionándoles ayuda material, psicológica, médica y social. Pero en este sentido debemos implementar nuestras acciones con nuevas e imaginativas iniciativas, pero especialmente, yo diría, que facilitando la reinserción social de estas mujeres.
2) Debemos continuar con la difusión de la cultura de la vida de forma tal que ahogue, por sobre abundancia, la cultura de la muerte promovida por nuestros legisladores. Labor que creo debe ir prioritariamente dirigida a los más jóvenes, y dedicada especialmente a hacerles ver la realidad de la vida humana intrauterina, para lo cual podremos y deberemos utilizar todas las posibilidades que nos dan las nuevas tecnologías. Estoy convencido de que cualquier mujer que constate la realidad biológica de lo que es un hijo suyo de 14 semanas difícilmente podrá optar por eliminarlo.
3) También incrementando nuestra presencia social, preferentemente en nuestras calles, realizada de forma conjunta entre todos los que defendemos la vida, sin fisuras ni protagonismos, centrando nuestra actividad fundamentalmente en fechas concretas, como es el 25 de marzo, que en la gran mayoría de los países, y por supuesto en el nuestro, se va a conmemorar la defensa de la vida humana.
4) Finalmente, y me parece que es una acción decisiva, animando a nuestros políticos, especialmente a los 126 senadores que han votado en contra de esta degradante ley y a todos los parlamentarios que ya lo hicieron con anterioridad en el Congreso, a que si dentro de dos años acceden, tras las elecciones generales, al poder, no olviden lo que ahora han hecho y lo refrenden revocando esta ignominiosa ley. Sería para todos los que defendemos la vida una gran esperanza pensar que cuando transcurra el tiempo nunca les podamos decir ¿Pero que es lo que ustedes hicieron para defender la vida humana cuando por estar en el Gobierno tuvieron posibilidad de hacerlo?

* Presidente de la Asociación Valencia Provida y Director del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia