Dignidad humana

15.10.07

Sobre la alegría

En épocas donde parece escasear la alegría es bueno pensar cuál es su origen; pienso que está en un modo acertado de ver la realidad.

La lógica de la creación es la que pintábamos cuando éramos pequeños: la casa, el árbol, la montaña, el sol y, quizás, un perro o una vaca. Es en esa armonía donde las cosas adquieren su sentido: la vida, la familia, la amistad, el trabajo, el dolor y la muerte. Sin embargo, cuando preside la lógica materialista de la evolución radical, uno puede pasarlo bien, disfrutar, consumir, pero ni por asomo conocerá lo que es la alegría interna, la que surge de aceptar con gozo la situación personal limitada, libre e irrepetible, propia de una criatura humana. Cuando uno se atreve a ponerse en su sitio –profunda ciencia- empieza a estar en armonía con todo lo demás y con uno mismo. Precisamente por esto, aunque azote la desgracia o el desconsuelo la persona no asume más responsabilidades de las que le corresponde y, tras actuar en lo que puede, deja el resto en manos de algo mayor que la creación misma. Es entonces cuando la vida que nos toca vivir se puede convertir en artesanía grabada en la eternidad, con multitud de remiendos donde reverberan un mayor número de estrellas.


José Ignacio Moreno Iturralde