El nuevo record histórico de abortos
procurados en España, durante el 2011, puede presentarse como una tristeza
colateral a un panorama nacional no muy animante. Pienso que quiere decir algo
más. La crisis que padecemos puede ser antes moral que económica, y
probablemente afecta a las relaciones personales con nuestro entorno familiar
más inmediato. El respeto a la vida del no nacido y la elegancia y categoría
personal en las relaciones conyugales y paterno filiales supone un eficaz
escudo para capear todo tipo de problemas socioeconómicos. Quizás empezando por
fortalecer la salud de las relaciones familiares, se pongan los cimientos más
sólidos para una duradera y honesta recuperación económica.
José Ignacio Moreno Iturralde