Dignidad humana

23.5.09

El ideólogo abortista Carbonell hace propaganda de un fármaco controvertido

La Gaceta. Santiago Mata. Mayo 2009

Los abortistas, elevados por Bibiana Aído a la dignidad de benefactores de la Humanidad, salen de la sombra para celebrar unas jornadas en Madrid. En ellas, celebran prematuramente la conversión del aborto de delito en derecho. Hasta tal punto que el principal ideólogo, o más bien habría que decir practicante, ya que ha ejecutado más de 50.000, del aborto en España, halaga las virtudes de un polémico fármaco cuyo uso abortivo está prohibido para los particulares en nuestro país. Misoprostol: un fármaco esencial para la salud reproductiva, reza el título de la intervención con que, a partir de las 15 horas de este viernes 22 de mayo, Josep Lluís Carbonell Esteve, director de las clínicas abortistas Mediterránea de Valencia, hablará sobre la eficacia abortiva del principio activo del medicamento Cytotec de Pfizer, que combinado con otro (mifepristona) forma la píldora RU-486. La compra de Cytotec en España se permite a los particulares bajo receta y para combatir úlceras. A las clínicas abortistas se les permite su uso, ya que provoca contracciones en el útero y la expulsión del embrión o del feto. Carbonell ha experimentado con 6.000 mujeres cubanas distintas sustancias abortivas en todas las fases del embarazo

Cabe suponer que, cuando el aborto sea libre, se venderá también misoprostol para este fin. Pero antes de alabar sus cualidades, habría que contar con que los particulares conozcan sus peligros, sobre los que hablaba Mónica Belaza en un diario tan poco sospechoso de defender la vida como El País, el 14 de enero de 2007: “Hospitales públicos y clínicas privadas de interrupción de embarazos aseguran que Cytotec puede producir graves efectos secundarios como arritmias o depresión. Y, sobre todo, fuertes hemorragias. Si las cosas van mal, la mujer corre riesgo de desangrarse”. Resulta difícil cuadrar estos síntomas con que misoprostol sea “esencial para la salud reproductiva”. A no ser que con tal de garantizar la eliminación del feto valga la pena correr esos riesgos.Trayectoria de ilegalidadQue a Carbonell no le preocupe alabar las propiedades abortivas de un fármaco que sigue prohibido para esos usos no es extraño. En la web de sus clínicas se pavonea de que trabaja “especialmente en interrupción voluntaria del embarazo” desde 1981, cuando el aborto era ilegal; en 2006 estuvo haciendo propaganda del aborto en Malta, donde es ilegal; en 2008 realizó abortos ilegales a bordo del barco de la organización Womens on Waves, a las afueras del puerto de Valencia... Y, por todo ello, recibió ese mismo año el primer Premio Nacional de Anticoncepción, de la Fundación Española de Contracepción. Los mismos que ahora nos aseguran que no pretenden hacer del aborto un medio anticonceptivo. Los mismos que dicen que la píldora del día después no es abortiva. Algo sí es cierto: Su principio activo no es tan fulminante como misoprostol. Además de dos clínicas de abortos, por las que declara ingresos anuales de millón y medio de euros, Carbonell administra dos farmacéuticas, Pharmamis y Safedifarm, y una empresa que se presenta como “de investigación”: Asensial SL. Ha investigado sustancias abortivas con más de 6.000 mujeres cubanas y en su web presenta 21 publicaciones científicas sobre la eficacia de misoprostol para acabar con embarazos en cualquier período (incluidos los últimos tres meses), en solitario o en combinación con mifepristona y methotrexate. Toda una vida dedicada a la eliminación de seres vivos no humanos, a la salud reproductiva y a la relativización del riesgo.